Propiedades: cicatrizante,
rejuvenecedor, antimanchas, hidratante en su uso externo. Previene el
envejecimiento de la piel a causa del sol. Es recomendable su uso tópico en
mujeres en los últimos meses de gestación, sobre el vientre y el pecho, para
evitar que se generen estrías. Ingerido
favorece la resistencia a las enfermedades, estimula los procesos enzimáticos,
y es muy buen reconstituyente de los tejidos. Combate los síntomas de la gripe
y los resfriados debido a su altísimo
índice de vitamina C. Es apropiado como complemento dietético de fumadores. Es
un ligero laxante y diurético. Combate la depresión. Se utiliza para la
disolución de cálculos renales. Actúa contra el cansancio sin contener cafeína.
Buenas combinaciones:
por sus efectos cicatrizantes, el uso tópico de la Rosa Mosqueta junto al Aloe
Vera, resulta una mezcla muy eficaz en heridas y quemaduras. Mezclado con
aceite de almendras y aplicado directamente, calma irritaciones, hidrata y reconstituye.
Incompatibilidades:
Se recomienda la aplicación aislada del aceite de rosa mosqueta si se pretende
aplicar sobre las estrías. En caso de ingesta de la infusión o del aceite en
perlas, debe consultar con su médico si se está tomando suplementos
vitamínicos, ya que podría estar superando la dosis recomendada.
Contraindicaciones: Las
mujeres embarazadas o en período de lactancia, no deben consumir la rosa mosqueta
sin preguntar antes a su médico. No es recomendable su uso en pieles grasas. No
debe tomarse la infusión en casos de tromboflebitis, endocarditis e
insuficiencia cardíaca. Es recomendable lavarse la boca tras su ingesta, ya que
contiene corrosivos del esmalte de los dientes.
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