Propiedades: la alfalfa tiene muy buenas propiedades diuréticas y, por tanto combate todas las enfermedades relacionadas con la acumulación de líquidos: reumatismo, artrosis, gota, cálculos renales, diabetes, celulitis o edemas. Contiene isoflavonas por lo que es altamente útil para las disfunciones durante la menopausia y en la menstruación. Tomada unos días antes, previene los dolores menstruales. Facilita la digestión de los alimentos por ser rica en enzimas, especialmente facilita la asimilación de las grasas. Beneficia a personas que tengan gases, acidez estomacal, o úlceras de estómago. Reduce los niveles de colesterol, previene la arteriosclerosis. Tiene alta concentración de vitamina C. Excelente complemento, por su riqueza en minerales, en casos de baja nutrición, como la anorexia. Por su alta concentración de vitamina K, dispone de un factor antihemorrágico, por lo que resulta una aliada en caso de hemorroides, hematomas, sangrado vaginal o hemorragias nasales. Es un antiinflamatorio de las vías urinarias, por lo que resulta aconsejable en caso de infecciones urinarias, como la cistitis.
Buenas combinaciones: Unido al limón se potencia su capacidad depurativa.
Incompatibilidades: No es adecuado consumirla si se está tomando un tratamiento con anticoagulantes.
Contraindicaciones y efectos secundarios: No se recomienda su consumo a niños menores de 5 años, ni a personas con alergia a las leguminosas. Aunque la alfalfa no está contraindicada para las mujeres embarazadas sí lo está en caso de los complementos dietéticos de esta planta.
Enlaces de interés:
No hay comentarios:
Publicar un comentario