Propiedades:
desinfectante, bactericida, su uso disminuye los síntomas del gripes y
resfriados. Se usa también para prevenirlos. Problemas de garganta (faringitis,
anginas…también se puede hacer gargarismos con la infusión), bronquitis,
sinusitis (desinflama los senos nasales). Tomado de forma preventiva, puede
evitar herpes, infecciones de vagina, del aparato urinario, infecciones del
oído y orzuelos. Excelente complemento para un organismo debilitado por
tratamientos fuertes como los asociados al cáncer. Aumenta el apetito. También
la equinácea ha encontrado su lugar en otras afecciones como el síndrome de
fatiga crónica, dolores de cabeza, reumatismo o incluso el trastorno de déficit
de atención e hiperactividad (TDAH). Es antiinflamatoria por tanto eficaz en casos como la artritis.
Es cicatrizante y protege contra la acción de los radicales libres además de
estar dotada con una acción antitumoral.
Buenas combinaciones:
combinada con el própolis aumenta su acción contra gripes y resfriados. Vid,
rusco, hinojo, corteza de naranja, espino albar, muérdago, avena, hipérico,
eleuterococo, vincapervinca y ajo también son plantas con las que combina bien.
Incompatibilidades: La
cafeína, el alcohol, tabaco u otras drogas reducen la eficacia de la equinácea.
Por su parte, la equinácea impide que la cafeína pueda eliminarse del cuerpo. Tampoco
es recomendable en caso de estar tomando otros medicamentos ya que puede interactuar
y afectar a su eficacia. Incompatible con los inmunosupresores o medicamentos
que sean alterados en el hígado.
Contraindicaciones: no
se han detectado casos de toxicidad pero no viene alargar el tratamiento más de
3 semanas para evitar que el hígado se vea afectado. No se recomienda tomar
durante el embarazo ni la lactancia. Los tratamientos en niños no debe durar
más de 10 días. En algunos casos puede producir vómitos y erupciones cutáneas. Tampoco
es recomendable en personas que tienen psoriasis. Tampoco es recomendable
tomarla
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